
EL ENCANTO SHABBY CHIC

Publicado por Marta
Un estilo clásico enriquecido con elementos contemporáneos. La sencillez de lo campestre refinada con algunos apuntes barrocos. En el diseño de interiores, la tendencia Shabby Chic abraza un look reconfortante y delicado, pero al mismo tiempo, repleto de carácter y bellamente envejecido. ¿Serás capaz de resistirte a sus encantos?
El término Shabby Chic fue acuñado durante la década de 1980 y evoca la decoración de las grandes casas de campo inglesas.
El origen del Shabby Chic se remonta a la tradicional y victoriana campiña británica del siglo XIX, en la que predominaba la mezcla de estilos para la decoración de las casas. Los muebles, repintados una y otra vez, adquirían un aspecto desgastado por el paso del tiempo, mientras cortinas raídas, tapicerías de cretona descoloridas o pinturas viejas, impregnaban de nostalgia el ambiente.
Durante los años 80 del siglo XX, cuando la decoración cara y de calidad estaba de moda entre la clase media alta, algunos artesanos y bohemios encabezaron un movimiento contracultural que llevó al estilo Shabby Chic a alcanzar la popularidad con la que hoy se lo conoce.

‘Shabby’ significa, en inglés, desgastado o en mal estado, mientras que ‘Chic’ hace alusión a todo aquello exquisito y sofisticado. Por tanto, el estilo Shabby Chic combina el pasado con el presente para conseguir una estética atemporal, femenina y especialmente acogedora. Se trata de una tendencia decorativa que, surgida en un entorno rural, ha sabido adaptarse a la vida urbana con elegancia y sin perder su apariencia relajada.
Pero ¿cuáles son las claves para conseguir que tu casa tenga esa apariencia antigua, ecléctica y glamourosa?

MATERIALES NATURALES
Los materiales más adecuados para conseguir el perfecto estilo Shabby Chic son la madera para el mobiliario en general y el hierro forjado para algunas piezas, como el cabecero de la cama o las sillas y la mesa del jardín. Tanto la madera como el forjado deben presentar una estética envejecida, desgastada.
Puedes completar el diseño añadiendo accesorios hechos de materias naturales, como cestas de mimbre o una alfombra de sisal, con los que lograrás un fino toque rústico en la estancia.
TONOS CLAROS
La paleta cromática es, sin duda, un factor clave en la decoración Shabby Chic. El color predominante debe ser el blanco, que, aplicado en paredes y elementos decorativos, consigue crear una mayor sensación de amplitud. Para destacar la luminosidad resulta imprescindible la combinación del blanco con algunos tonos pastel. Si en algunos muebles y complementos utilizas el rosa empolvado, el azul turquesa, el lavanda, el beige o el verde mint, lograrás dotar a tu espacio de ese aire nostálgico tan característico de este estilo.


MUEBLES VINTAGE
Banquetas afrancesadas, , sofás en capitoné, butacas tipo bergère y mesas de aire provenzal, son ejemplos de piezas clásicas, de líneas redondeadas y suaves, que, con aspecto envejecido o desgastado, no pueden faltar en una decoración Shabby Chic. Si quieres hacerte con algún mueble de este estilo, lo mejor es recurrir a mercadillos y anticuarios. Sin embargo, también puedes optar por renovar la imagen de alguna pieza que ya tengas, aplicando técnicas como el decoupage o el decapado.
Pero el verdadero atractivo Shabby Chic reside en la mezcla de acabados antiguos y con las imperfecciones propias de los años, con diseños más contemporáneos. Esta fusión logra crear una atmósfera muy personal, vivida y con mucho encanto.
CHALK PAINT
Se trata de una pintura a la tiza natural, que se puede utilizar sobre madera, metal, cristal, cerámica o cualquier superficie a la que quieras dar un acabado ultra mate. Este tipo de pintura al agua no desprende ningún olor y, según donde la utilices, puede cubrir con una sola mano sin necesidad de imprimación. Puedes comprar pintura a la tiza para transformar alguna pieza decorativa y darle un aire vintage. Puesto que es un producto muy fácil de decapar, la chalk paint resulta ideal para cualquier proyecto en el que quieras conseguir el efecto Shabby Chic.

TELAS
Los textiles preferidos en el estilo Shabby Chic son los naturales, como el lino y el algodón. Destacan los bordados, los encajes y los estampados florales (también en el papel pintado), siempre en tonos suaves, que aportan un aire romántico y coqueto al ambiente. Los cojines y las cortinas adquieren gran protagonismo y deben tener cuerpo y una confección elaborada.


COMPLEMENTOS
Como cualquier otra tendencia decorativa, el Shabby Chic requiere de ciertos accesorios. En este caso, al tratarse de un estilo nacido en los campos de Gran Bretaña, las flores se convierten en su mayor seña de identidad. Ya sean ramilletes de flores secas, un manojo de florecillas frescas en un jarrón o estampados florales en textiles y papeles, este elemento tan natural es imprescindible para aportar romanticismo y delicadeza al ambiente.
Otros complementos muy utilizados son las vajillas retro o los juegos de té con reminiscencias del pasado, las lámparas de araña y los espejos dorados.
También deben tener presencia velas en candeleros barrocos, marcos labrados, botellas antiguas y cualquier objeto recuperado que otorgue a la decoración un aire victoriano.

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